La zona arqueológica de Chichen Itzá es sin duda uno de los legados de la antigüedad más sorprendentes del mundo. Ahora con las investigaciones de JL Mourra sobre el verdadero significado y propósito de la pirámide de Kukulkán, nuestra civilización está a punto de cambiar todas las ideas preconcebidas que teníamos sobre la cultura maya.
Tras una investigación de más de dos años de duración, JL Mourra descifró el código oculto en la matemática de la pirámide identificando los significados de los números 91, 364, 7 , 9 y 52 que se encuentran representados en la edificación y cuya presencia revela uno de los misterios más complejos que la ciencia ahora deberá de enfrentar y que es:
¿ Cómo pudieron los mayas conocer y describir con tanta exactitud la frecuencia de giro del complejo campo electromagnético del sol?
La respuesta a esta interrogante va a ser sin duda una de las cuestiones más polémicas que el mundo vaya a enfrentar hoy en día.
Las hipótesis son variadas y realmente este descubrimiento puede significar que los mayas eran poseedores de una ciencia tan avanzada que nosotros aún no comenzamos ni siquiera a intuir. Esta ciencia tendría que ver con la conciencia de como los campos electromagnéticos intervienen en la regulación de nuestras ondas cerebrales, en el proceso de codificación del ADN y en la forma en que la energía del sol se concentra en nuestro planeta para crear el milagro que llamamos vida.